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Es sabido por todos, especialmente, por los Bomberos, que el nacimiento de la institución Bomberil, al menos durante las primeras décadas, fue producto de un siniestro de incendio, que obligo a los ciudadanos a organizarse a fin de mitigar las consecuencias que traía este tipo de suceso. Con el tiempo fue adquiriendo, primeramente, implementos para atacar el fuego, para posteriormente herramientas que le permitieran efectuar de manera más eficiente su trabajo en las estructuras incendiadas, pero pronto no solo debió enfrentarse al fuego, sino que también debió desplegar fuerzas en inundaciones, terremotos y otras calamidades naturales que afectaban a los conciudadanos.

Es así que durante y luego de la segunda etapa de la revolución industrial, que trajo a partir de 1880 un gran desarrollo económico, social, tecnológico y científico, que dio paso al nacimiento de variadas empresas e industrias de toda índole, cuyo fin era principalmente mejorar la calidad de vida de la población, trayendo consigo una serie de nuevos productos y materiales, tanto para ser empleados a nivel industrial como doméstico, que Bomberos, constituidos en la primera respuesta ante la emergencia, debió perfeccionarse y adquirir nuevo equipamiento y herramientas para enfrentar los desafíos que le estaba poniendo esta nueva sociedad tecnológica.

Uno de estos desafíos a los que debió dar respuesta, fueron a los eventos que incluían sustancias que en descontrol podrían provocar daños para la salud —llamados “materiales peligrosos”, Matpel ó Haz-Mat (Hazardous Materials)— y que hoy son producidos, transportados, almacenados, trasvasijados y expendidos cada vez con más frecuencia y con los cuales se convive en forma diaria ya sea para mover motores, abonar la tierra, purificar piscinas, asear baños, generar calefacción, fabricar pinturas, etc.

Inicialmente, si bien, cada vez que se producía una emergencia con este tipo de materiales Bomberos era requerido, es sólo a partir de la segunda mitad del siglo XX, cuando la institución comienza una especialización en el tema, llegando a hoy en que el Cuerpo de Bomberos de Santiago cuenta con 3 Compañías (4ª , 17ª y 18ª) especializadas en materiales peligrosos (Haz Mat), con carros bomba y equipamiento que le ponen a la vanguardia al momento de enfrentar este tipo de incidentes, los que habitualmente se producen en la minería y construcción, carreteras, puertos y aeropuertos, bodegas, industrias, hospitales, ferreterías, centros de expendio de combustible líquido y de gas, etc.

Respecto de la capacitación, el Curso Básico CBS, cuenta con un módulo sobre el tema, también está el PRIMAP (Primera Respuesta a Incidentes con Materiales Peligrosos) del Nivel Bombero Operativo de la ANB, el Curso de Operador de Materiales Peligrosos, desarrollado por la Escuela de Bomberos de Santiago y otro similar a este, escrito por la Academia Nacional de Bomberos.

Bibliografía: Módulo “Materiales Peligrosos” Curso Básico, versión 2014.
Fotografías: Archivo EBS de cursos/talleres sobre el tema.